Clarin - La computadora estacionada en el living es como un teléfono público, la madre cede el lugar a su hijo, quien es apurado por la hermana, mientras el padre aguarda ansioso su turno en la fila. El problema no es que todos quieran navegar sino que, como nadie se preocupa por la seguridad, el equipo corre serios riesgos de infección.
El costo de este daño tiene, además de consecuencias materiales, otras menos evidentes vinculadas con el estado anímico. Si la computadora empieza a funcionar en cámara lenta, se ejecutan programas desconocidos, sufre cuelgues inesperados o aparecen carteles insólitos, a no perder la chaveta, lo más probable es que se haya filtrado una bacteria cibernética.
Un antivirus funcional y gratuito, como el Avast, puede evitar cualquiera de estas horribles situaciones. Otra opción potable es el Active Virus Shield, que en realidad es el Kaspersky con una publicidad de AOL.
Las amenazas provenientes de Internet son cada vez más variadas y silenciosas. Desde que la motivación de los hackers dejó de ser el sabotaje de sistemas inexpugnables para convertirse en ciberchorros de claves personales, los delitos virtuales a hogares aumentaron notablemente. Ante la menor sospecha, en el sitio de Windows Security (www.windowsecurity.com/trojanscan) se puede realizar un escaneo gratuito del sistema operativo.
Todos los cuidados. Entre las pestes que acechan a los desprevenidos, hay que tener especial cuidado con: phishing, spyware, troyanos, vulnerabilidad, spam, virus y el hackeo de redes inalámbricas (ver E-basura...). Para tener una máquina libre de males, es necesario llevar a cabo una serie de procedimientos relacionados con el mantenimiento del software. Los especialistas destacan que las medidas básicas se resumen en controlar que los programas de seguridad (antivirus, firewall, antispyware y sistema operativo) se actualicen periódicamente. En algunos casos, como ocurre con Windows, el proceso se efectúa solo.
Ojo con el correo. Como el foco de contagio proviene del correo electrónico, el grueso de las recomendaciones están sujetas al sentido común. Entre las cosas que se debe evitar están: hacer clic en documentos adjuntos de un remitente desconocido, ingresar a sitios comerciales por medio de enlaces que lleguen en un correo, deshabilitar la previsualización de mensajes y aceptar descargas de sitios webs que se abren sin consentimiento. Si el correo basura abruma, se puede usar un soft como el K9, que es gratuito y efectivo, aunque un poco complicado de configurar.
Si con una computadora hay que ser precavidos, cuando en la casa hay dos o más equipos conectados entre sí, todas los recaudos que se tomen resultan insuficientes. Una buena medida es apostar al Windows Vista, que incorpora las últimas barreras de defensa. Entre las novedades se luce el Windows Defender, que también se puede bajar desde In ternet, y ayuda a proteger el equipo contra spywares.
Otra carta fuerte es el Internet Explorer 7, que cuenta con una aplicación antiphishing (intento de robo de claves bancarias). Además, el sistema pide autorización para instalar cada programa. Si bien esto resulta molesto, hay que entender que la mayoría de spyware y códigos malicioso llegan dentro de programas que se instalan automáticamente.
Por comodidad y estética, las redes inalámbricas constituyen el último grito de la moda informática. Aunque para que el vecino no se enganche de nuestra conexión, habrá que seguir de cerca al access point, el aparato que recibe y transmite las señales por el aire. Así, para reducir la posibilidad de intrusos hay que colocarlo lejos de ventanas y paredes. Y si se tiene la sospecha de que un desconocido está tratando de colarse a la red, es indispensable cambiar el nombre de usuario y la contraseña que trae el access point de fábrica por una combinación más segura.
Otra alternativa es recurrir al Wi-FiScan, un soft gratuito de McAfee que determina el nivel de seguridad de la conexión inalámbrica.
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