LaNacion - Diecisiete modelos de discos USB de nueve marcas líderes del mercado local, con sus características y precios. Además, software de backup para guardar todo rápida y fácilmente.
Durante años, el método clásico para hacer copias de seguridad de nuestros archivos (e incluso para tener cerca los datos disponibles en un formato cómodo) fue usar los CD y DVD, que con 700 MB y 4,3 GB, respectivamente, ofrecían una alternativa económica y confiable para proteger nuestra información de una posible falla del disco rígido de la computadora.
La tecnología ha evolucionado, los costos y las necesidades de los usuarios han variado, y para muchos tener que pensar en dividir las cosas de a 4 GB no es una alternativa atractiva.
Por suerte hay una opción a los discos ópticos, que viene de la mano de los queridos discos rígidos, que ofrecen cada vez más capacidad en dispositivos de dimensiones reducidas.
En términos generales, los discos rígidos externos se dividen en dos grupos: los portátiles y los que son de escritorio.
Los primeros tienen la ventaja del tamaño, ya que usan discos de 1,8 o 2,5 pulgadas (medidas por el diámetro de sus platos); la contra es que suelen ofrecer menos capacidad que los de escritorio. Además, al usar sólo la energía que provee un puerto USB pueden ser más lentos. Algunos incluyen, también, algunas herramientas para proteger los datos ante una caída. Los más nuevos incluyen una conexión eSATA, más rápida que la USB.
Los discos externos de escritorio son más grandes (muchos usan el mismo rígido que está dentro de una PC convencional), pero ofrecen más capacidad de almacenamiento a un menor precio relativo.
Su uso es muy sencillo: al conectarlos a la computadora se los reconocerá como un disco externo (igual que un pendrive USB) y estarán listos para recibir archivos con un simple copiar y pegar (o arrastrar y soltar, según sea la preferencia del usuario).
El hardware
En la Argentina hay una amplia oferta de productos con distintos precios y capacidades.
Algunos ejemplos, en orden alfabético: Un Hitachi X500 (500 GB, 5400 rpm, USB 2.0) tiene un precio local de $ 500. La versión de 320 GB: 410 pesos. Los HP SimpleSave tienen un precio que ronda los 400 pesos por el modelo de 320 GB.
Iomega ofrece en nuestro país el modelo Ego Blackbelt de 500 GB a $ 549, y el modelo Prestige Compact de 320 GB a $ 469; ambos incluyen protección contra golpes y usan una conexión USB.
LaCie Hard Disk Quadra de 1 TB (incluye conexiones USB 2.0, FireWire 400 y 800, y eSATA, la más veloz disponible) a $ 890; el LaCie Little Disk de 500 GB (5400 rpm, USB 2.0) tiene un precio local de 595 pesos.
El LG Mini XD5 de 500 GB (5400 rpm, USB 2.0), por su parte, tiene un precio de $ 499. Toshiba ofrece su Portable Store.e Art de 500 GB (5400 rpm, USB 2.0, encriptación de datos, software de backup) a 525 pesos.
Samsung, por su parte, trajo al país su línea de equipo S2, con capacidades que van desde 160 GB ($ 349) hasta 640 GB (699 pesos).
Verbatim tiene tres líneas de equipos: los Acclaim (320 GB por $ 549 o 1 terabyte por $ 999, por ejemplo), los SureFire ($ 799 por 320 GB) y los Clon ($ 299 por 250 GB). El Acclaim es el más pequeño de los tres modelos; el SureFire incluye conexiones FireWire. Todos son USB.
Entre los varios modelos que Western Digital vende en el país se destacan el colorido My Passport Elite ($ 539 por 320 GB de almacenamiento) y el My Book Essential de gran capacidad ($ 699 por 1 terabyte, $ 1019 por 2 terabytes).
Por supuesto, de la mayoría de los modelos es posible conseguir versiones con otras capacidades.
Otra opción es comprar una funda (también conocida como cofre), que permite usar un disco de notebook o desktop convencional; básicamente hace de puente entre la conexión SATA del disco y la USB (o eSATA, en el mejor de los casos).
Tienen un precio local que ronda los 100 pesos, y permiten tener una alternativa externa y portátil más económica. A este precio hay que sumar el rígido (280 pesos por uno de escritorio de 500 GB, por ejemplo).
La contra pasa por el lado de la estética, porque las fundas son más funcionales que otra cosa, y porque está en duda que permitan la misma protección contra golpes. En algunos casos, además, pueden requerir el uso de un enchufe para dar energía al disco (si no le alcanza con el puerto USB).
El software
Los fabricantes suelen incluir software para automatizar la realización de copias de seguridad de los datos de la computadora principal al rígido externo. En general esto implica instalar la aplicación, definir qué carpetas debe copiar y cada cuánto lo hará.
Una de las cosas que hay que tener en cuenta es que la mayoría de estos discos viene formateado en NTFS; así que al copiar archivos manualmente hay que verificar que no arrastren permisos específicos (que los pueda editar determinado usuario) porque esto impedirá su acceso desde otra computadora.
Y se puede elegir entre hacer una copia de seguridad completa o un backup incremental, que sólo copia, en cada sesión, lo que cambió respecto de la última versión.
Algunos modelos incluyen, además, herramientas para encriptar los datos y protegerlos de miradas extrañas. Aquí hay que cuidar de no perder la contraseña, porque si no toda esa información quedará bloqueada para cualquier usuario.
Si el software que vino con el rígido no es de nuestro agrado, en Internet hay una gran cantidad de software gratis disponible para hacer copias de seguridad.
Primero está, claro, el que viene con el sistema operativo: en Windows 7 está en Panel de control>Sistema y seguridad>Copias de seguridad y restauración. Allí se activará la herramienta que permite configurar cómo se hará la copia de seguridad, que carpetas y bibliotecas se respaldarán, y la frecuencia con que se harán (diaria, semanal, mensual). Lo ideal es elegir un momento del día donde el equipo no está en uso.
En Windows XP se activa desde Inicio>Accesorios>Herramientas de sistema>Copias de seguridad.
En OS X se usa la aplicación Time Machine (provista por Apple), que ofrece funciones similares. En Apple>Preferencias del Sistema>Visualización>Time Machine es posible especificar el disco en el que se harán las copias.
Los usuarios de Linux, por su parte, pueden apelar a luckyBackup, una interfaz gráfica para rsync que simplifica las programación de las tareas correspondientes, o a Simple Backup ( http://sourceforge.net/projects/sbackup/ ), entre otras alternativas. Para Mac OS X el fabricante de discos LaCie ofrece la aplicación gratis Silverkeeper ( www.lacie.com/silverkeeper/ ).
En Windows hay muchas más opciones gratis, como Cobian Backup ( www.educ.umu.se/~cobian/cobianbackup.htm ) o SyncBack ( www.2brightsparks.com/freeware/freeware-hub.html ).
Microsoft también ofrece su aplicación gratis SyncToy (se descarga de www.microsoft.com/downloads/ ) que permite mantener los contenidos de dos carpetas sincronizados. Atención que esto no sirve para backups, porque si se borra accidentalmente lo que está en un disco puede perderse lo que está en el otro, pero para transportar información entre varios equipos es muy útil.
Otra aplicación gratis que ofrece algo similar es Allway Sync ( www.allwaysync.com , también tiene una versión paga más completa), lo mismo que FreeFileSync ( http://freefilesync.sourceforge.net ), para Windows y Linux. Y OzSync (sólo para Windows, http://nebula1979.fortunecity.it/#ozSync ) y Yadis! ( www.codessentials.com/products/yadisbackup.html ) permiten hacer sincronización y backup en tiempo real, es decir, cada vez que se modifica un archivo, para estar seguros de que esa información está a salvo.
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